¡Así recuperas tu brillo!
El primer paso para un cutis radiante es una limpieza minuciosa pero suave. Elimina a diario la suciedad, el maquillaje y el exceso de sebo que pueden obstruir los poros y hacer que la piel luzca apagada. El limpiador facial debe ser adecuado para tu tipo de piel. Después de la limpieza, se debe usar un tónico con ingredientes hidratantes. Esto le dará a tu piel un toque de frescura en el segundo paso. Luego, debes optar por ingredientes hidratantes, antioxidantes y iluminadores. Los sérums con vitamina C o ácido hialurónico son muy populares. Las células muertas de la piel que se acumulan en la superficie también pueden hacer que la piel luzca apagada. Por lo tanto, los exfoliantes regulares con ácidos alfa-hidroxi (AHAs) son esenciales. Promueven la renovación celular y proporcionan un cutis fresco y una superficie de piel suave. Finalmente, las cremas hidratantes con ácido hialurónico, glicerina o ceramidas y un protector solar con un mínimo de SPF 30 completan tu rutina. Además, también puedes contribuir a un cutis radiante en tu rutina nocturna. Una combinación de retinol y cremas de noche apoya la regeneración y proporciona un aspecto más fresco por la mañana.
Evitar la piel opaca y sin brillo
Un error común en el cuidado de la piel es no realizar exfoliaciones regulares. La acumulación de células muertas de la piel hace que el cutis se vea apagado y desigual. Un exfoliante químico suave con ácidos alfa-hidroxi (AHAs) o ácidos beta-hidroxi (BHAs) ayuda a eliminar estas células muertas y a renovar la superficie de la piel. Los limpiadores faciales demasiado agresivos o el uso excesivo de ingredientes activos pueden secar la piel y dañar la barrera cutánea natural. Asimismo, el uso excesivo de productos matificantes puede resultar deshidratante, haciendo que la piel pierda su luminosidad saludable. Una hidratación adecuada y el uso diario de protector solar son cruciales para devolverle a la piel su luminosidad. Por lo tanto, estos pasos de rutina no deben omitirse.
Cuidado externo y equilibrio interno
Un tono apagado solo se puede combatir con un enfoque integral. Una dieta saludable, suficiente ejercicio, sueño reparador y una gestión efectiva del estrés son factores clave que pueden mejorar de manera sostenible la apariencia de la piel. Lo que comemos se refleja en la piel. El ejercicio y la actividad física favorecen la circulación y el suministro de oxígeno a las células de la piel, lo que resulta en un cutis sano y sonrojado. Durante el sueño, la piel se regenera y construye nuevas células, mientras que el estrés libera hormonas que pueden afectar negativamente la piel. También es importante proteger tu piel de factores ambientales dañinos, ya que pueden perjudicarla y hacer que el tono se vea apagado.