¿Qué beneficios ofrece la combinación de AHAs y BHA?
La combinación de AHAs (alfa-hidroxiácidos) y BHA (beta-hidroxiácido, también conocido como ácido salicílico) es una de las estrategias más eficaces para lograr una piel visiblemente más uniforme, clara y refinada. Mientras que los AHAs como el ácido láctico o el ácido glicólico eliminan suavemente las células muertas de la superficie de la piel y estimulan la renovación celular, el ácido salicílico actúa como BHA en las capas más profundas. Allí disuelve el sebo y las impurezas acumuladas, tiene un efecto antiinflamatorio y ayuda eficazmente contra los puntos negros, las imperfecciones y el exceso de grasa. Esta combinación de activos es especialmente adecuada para tratar poros dilatados, piel congestionada o con tendencia acneica, tez apagada o desigual, así como los primeros signos de envejecimiento cutáneo. La acción exfoliante en la superficie se complementa perfectamente con el efecto purificante en profundidad, lo que da como resultado una piel más limpia, alisada y luminosa.
Cómo integrar correctamente los exfoliantes químicos en tu rutina de cuidado facial
A diferencia de los exfoliantes mecánicos, los ácidos frutales como el ácido láctico o el ácido glicólico (AHAs) y el ácido salicílico (BHA) actúan de forma suave y uniforme, sin irritar la barrera cutánea. Para beneficiarte al máximo de sus efectos exfoliantes, es fundamental seguir el orden correcto en tu rutina de cuidado facial. Después de la limpieza, aplica el exfoliante químico directamente sobre la piel seca. A continuación, hidrata tu piel, preferiblemente con un sérum de ácido hialurónico, y refuérzala con una crema nutritiva. Durante el día, es imprescindible usar un protector solar de amplio espectro con FPS 30 o superior, ya que tras aplicar AHA o BHA, la piel es más sensible a la radiación UV.
¿Exfoliantes químicos o mecánicos?
Un exfoliante químico es un paso poderoso pero delicado dentro de la rutina de cuidado de la piel, y ofrece numerosas ventajas frente a los exfoliantes mecánicos tradicionales. Mientras que los exfoliantes mecánicos eliminan las células muertas mediante partículas abrasivas y fricción, los exfoliantes químicos utilizan ácidos eficaces como AHAs (por ejemplo, ácido láctico o glicólico) o BHAs (ácido salicílico) para estimular la renovación celular sin dañar la barrera cutánea. Los exfoliantes químicos actúan de forma más uniforme, controlada y suave. Eliminan eficazmente las células muertas, refinan la textura de la piel y favorecen la regeneración natural. Al mismo tiempo, mejoran significativamente la capacidad de absorción de los productos de cuidado posteriores, como sérums y cremas.