Identificación de los puntos negros
Los puntos negros y las impurezas son problemas comunes de la piel, pero tienen causas y apariencias diferentes. Los puntos negros, también conocidos como comedones, se forman cuando los poros de la piel se obstruyen con células muertas y sebo. Hay dos tipos de puntos negros: comedones abiertos (puntos negros) y comedones cerrados (puntos blancos). Los comedones abiertos aparecen oscuros porque el sebo en la superficie de la piel se oxida y se vuelve negro. Los comedones cerrados permanecen debajo de la superficie de la piel y se ven como pequeñas protuberancias blancas.
Beneficios para la piel con puntos negros
La piel con puntos negros se beneficia enormemente de una limpieza regular pero suave. Usar productos de limpieza suaves puede ayudar a eliminar el exceso de sebo y suciedad sin resecar la piel. Los productos que contienen ingredientes como el ácido salicílico son particularmente útiles, ya que penetran profundamente en los poros y previenen obstrucciones. La exfoliación regular también ayuda a eliminar las células muertas, limpiar los poros y mejorar la textura de la piel. Son recomendables especialmente los exfoliantes químicos con alfa y beta-hidroxiácidos (AHA y BHA), que exfolian suavemente. Estos exfoliantes evitan que se formen nuevos puntos negros y contribuyen a una piel más clara a largo plazo. Al elegir tu hidratante y protector solar, opta por formulaciones ligeras y no comedogénicas. Recuerda que incluso la piel grasa necesita hidratación.
Errores a evitar en el cuidado de los puntos negros
El cuidado de la piel con puntos negros puede ser un desafío, ya que los métodos incorrectos a menudo empeoran el problema. Para mantener la piel clara y saludable, es importante evitar algunos errores comunes. Exprimir los puntos negros con los dedos es uno de los errores más frecuentes, lo que puede provocar inflamación, cicatrices y un empeoramiento de los problemas de la piel. También se deben evitar los productos de limpieza demasiado agresivos; los productos con altas concentraciones de alcohol o tensioactivos fuertes pueden resecar la piel, lo que la hace producir más sebo y empeora los puntos negros. Además, una exfoliación demasiado frecuente o agresiva puede dañar la barrera cutánea y hacer que la piel sea más sensible. Tu crema hidratante no debe ser rica en aceites o ingredientes que obstruyan los poros; asegúrate de que indique "no comedogénico". Por último, no debes descuidar el protector solar, ya que los rayos solares pueden resecar la piel y aumentar la producción de sebo, promoviendo la formación de puntos negros.