Tu tipo de piel: Piel normal / equilibrada
La piel normal está bien equilibrada, ni demasiado grasa ni demasiado seca. El cuidado debe ser ligero e hidratante para mantener el equilibrio natural. Este tipo de piel requiere un limpiador facial suave y una crema hidratante ligera con ingredientes como ácido hialurónico que hidratan la piel sin sobrecargarla. Además, la protección solar diaria con al menos SPF 30 debe absorberse fácilmente y no ser grasosa.
Tu tipo de piel: Piel seca
La piel seca se caracteriza por la falta de humedad y lípidos. La barrera cutánea debilitada a menudo provoca sensaciones de tirantez, enrojecimiento y descamación. Es esencial usar un limpiador cremoso y suave que limpie la piel sin quitarle la humedad. Las cremas hidratantes ricas con ingredientes como ceramidas, glicerina o manteca de karité pueden nutrir intensamente la piel y fortalecer la barrera de humedad. El protector solar también debe tener propiedades hidratantes adicionales.
Tu tipo de piel: Piel mixta
La piel mixta tiene áreas secas y grasosas, generalmente en la zona T (frente, nariz, mentón). El cuidado debe regular la zona T grasa mientras proporciona suficiente hidratación a las áreas secas. El limpiador facial debe eliminar efectivamente el exceso de sebo en la zona T sin irritar las áreas secas. La crema hidratante y el protector solar deben ser hidratantes pero no demasiado pesados para la zona T grasa.
Tu tipo de piel: Piel grasa
La piel grasa produce un exceso de sebo, lo que puede llevar a poros obstruidos, puntos negros y granos. Aquí, el enfoque está en productos reguladores de sebo que no sequen la piel. Los limpiadores faciales con ácido salicílico combaten el exceso de sebo y limpian los poros. La crema hidratante y el protector solar deben ser libres de aceite.
Tu piel es permanentemente sensible
Mientras que la piel sensible es temporal para algunas personas, otros experimentan esta sensibilidad de forma permanente. Por lo tanto, los afectados a menudo ven su piel sensible como su tipo de piel. Hay una constante predisposición de la piel a reaccionar. A menudo responde a estímulos externos como el frío, el calor o ciertos ingredientes en productos de cuidado de la piel con enrojecimiento, picazón o sensaciones de tirantez. A diferencia de una afección cutánea temporal, estas reacciones a menudo permanecen como una característica de por vida. La rutina de cuidado de la piel requiere productos particularmente suaves y que calman la irritación, que calman y fortalecen la piel. El limpiador facial debe ser especialmente suave. Además, la crema hidratante debe contener ingredientes calmantes como pantenol o aloe vera. La protección solar diaria también debe estar libre de ingredientes irritantes como fragancias, colorantes, ciertos alcoholes o aceites esenciales.